domingo, 9 de agosto de 2009

UN CUENTO SOBRE LAS D.....

(Dibujo en papel de 100x70 a pastel y tinta china)

“-Papá ¿Por qué nunca quieres contarme aquel cuento?
- Si de verdad quieres oírlo, esta vez lo haré… pero no es un cuento feliz.
- Cuéntamelo.

- Hace muchos años que se escribió y habla de hace muchos años. Cuenta una historia que sólo se conoció al final, paso mucho tiempo des apercibida.
- ¿Por qué?
- Mientras sus personajes la vivían, no eran conscientes de ella. Sólo en algunos momentos puntuales, alguno de ellos conseguía levantar la mirada y veía la realidad.
- ¿La realidad?
- Bueno, veía lo que estaba pasando, el peligro que corrían…
- ¿Es por eso que no es un cuento feliz?
- Sí y no. Eran muchos, algunos todavía niños que pronto dejarían de serlo…
-
Antiguamente no sabían como saciarse. Lo tenían todo y todo lo querían. La mayoría ya no eran religiosos, pero sin embargo habían idolatrado todo aquello que creían que les saciaba.

Eran seres curiosos, ansiosos y tercos… buscaban por todas partes, miraban hacia todos lados y casi todo les era posible y aún así necesitaban saciarse y no podían. No te vayas a creer que eran tontos, no era eso… pero vivían entre el sueño y la vigilia.

Todos dormimos y despertamos, pero me refiero al sueño de estar despierto y engañado y me refiero a la vigilia de tener la obligación de sobrevivir. Guardaban para recompensarse esa obligación los fines de semana, un tiempo que habían programado para descansar, pero tenían demasiada energía, tenían demasiada sed de alegría y eran demasiado jóvenes para valorar el descanso, preferían saciarse con inútiles tiritas que de forma discreta les hacían en realidad, daño a la larga.
- Si les hacían daño ¿Por qué…?
- No lo querían ver, ya te he dicho que vivían engañados. El mayor problema lo tenían con su propio engaño ¡se auto engañaban! No sabían como encontrar la felicidad. Llegaba a ráfagas, a veces ni siquiera la disfrutaban, la posponían, o simplemente la confundían. Eran otros tiempos.
- Menos mal que hemos progresado ¿no?
- Cuida, porque se progresa en muchas direcciones. También el progreso les confundió. Se excedieron en progresar de manera inconsciente y poco organizada y aquello les trajo muchos problemas.
Pero sí, hoy en día hemos progresado en ese sentido. Hemos encontrado la forma de vivir satisfechos de verdad, de corazón y sin depender del exterior.
- No es un cuento tan triste, entonces.
- No lo sería si ellos lo hubieran sabido antes.”