Si algún día te despiertas y todavía no ha amanecido, ves que empieza a asomarse el sol pero aún está el cielo más morado que azul... podrás distinguir que entre las nubes, si las hay, los rosas se apoderan de la bóveda celeste... ¡Recuerda que siempre que veas eso, es porque la suerte está de tu lado! descansa, estírate y ¿porqué no? acaricia las sábanas un poco, que suelen ser muy suaves y fresquitas. Ya puedes estar tranquil@.
Vuélvete a dormir.
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