viernes, 15 de mayo de 2009

El valor del silencio


Sobretodo en estos momentos de estrés común, en ésta época de prisas fragmentadas y de retos constantes competitivos y urgentes, hay que darle tregua al corazón y la mente, dejar por un momento que el tiempo no se consuma y parar. Cállate. Dile a los pensamientos que te persiguen que se largen un momento, déjalos pasar de largo sin escucharlos y quédate sólo. Tú. Te habías olvidado de que necesitas un descanso... respira y sé consciente de que lo haces... relájate.

Abre los ojos sólo cuando sientas que ha merecido la pena éste experimento.

Olfatea el silencio y la soledad de vez en cuando, no te engañes porque a veces es mejor parar a tomar aire, antes de seguir corriendo.

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